viernes, 11 de noviembre de 2011

soy un cerdo



El horóscopo chino juega con nuestro imaginario.
Yo soy un cerdo.
Como el del cuento de Ángel Guache.

Una tarde, después de merendar, se le ocurrió a una cerdita ir a dar un paseo hasta la aldea vecina. Iba feliz por el campo moviendo el rabo. De detrás
de una tapia, salió un perro que se dedicó a olfatearla durante un trecho. El aromático olor a estiércol de la cerdita inspiró al chucho unos dulces versos
amatorios:

"Cerdita de mi corazón
Qué suculento jamón

Tu fragancia me estimula
Hueles mejor que una mula

¡Ay, cerdita de mi alma!
¡Estoy perdiendo la calma!

Me siento Napoleón
Conquistaré tu región

A partir de hoy te invito
a gozar de mi rabito.

Este amor me va a matar
Esto sí que es amar."

A la cerdita, tan tímida ella, se le subieron los colores. Mudó el rosa originario de su piel en acalorado rojo. Y el canino poeta, malinterpretando tales
signos por rechazo, dolido porque creía que no había sido apreciada la sutileza de su arte, se sintió agredido y le mordió el rabo.

La pacífica cerdita volvió llorando a su aldea y juró, por el bien de su salud, permanecer bien alejada de los peligros de la poesía y de los sensibles
poetas.



ModeloCreadorPapel / Técnica
cerdo Quentin Trollippapel Tant plegado en húmedo
(plegado con devoción por Uno que mira)

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"Hay que ver, hijo mío, la de tiempo que pierdes doblando papelitos"
-Mi señora madre-